Consideré lo que aquella placa decía. Pese a ser noche abierta y faltar horas para el amanecer, no iba a probar la suerte, no en aquel momento.
La noche no tardó en caer por completo. La oscuridad se tornó agobiante y antes de que puediera escapar de ella, un pensamiento intrusivo tomó posesión de mí.